lunes, 20 de febrero de 2012

Andar hacia atrás

Tiempos de crisis y tiempos de cambios. ¿Necesariamente para mejor? Quizá no.

Ayer pude disfrutar un rato el reportaje de Salvados sobre la reforma a la alemana. Los números alemanes como se demostraba tenían dos caras. La cara buena y bonita donde el gobierno alemán se alegra y vanagloria de tener unos números bajísimos de paro y de productividad; y una cara B, la cara barata, donde muchísimos empleos de sus trabajadores son en condiciones precarias y con unos contratos basura que nadie desearía tener. Contratos baratos, con despidos baratos, muy “flexibles”.

La imagen de una Alemania con todo el mundo trabajando, con sueldos altísimos y muy productivos no es real. Quedó demostrado que hay una cara de precariedad favorecida por el gobierno alemán y que claramente ahora se pretende implantar en España.

La idea del gobierno alemán parece ser según se entiende conseguir mayor competitivad.
¿Que afecta a la competitividad? Que existan otras empresas con productos parecidos y más baratos, realizados con mano de obra mas barata, que pongan en peligro las ventas de tu empresa. Esto se consigue con precariedad generalmente cuando se acaban todas las estrategias.

¿Dónde suelen estar estas empresas de la competencia? Pues suelen estar en países en desarrollo o subdesarrollados, como pueden ser Asia, Europa del este, etc.
Pretendemos en Europa competir con estos países a costa de la mano de obra que trabaja en las empresas. No se pretende mejorar los productos y dar un valor añadido por estar hechos con mayor calidad, controles, mejor mano de obra, mayor respeto por el medio ambiente, … si no que se pretende igualar a costa de la mano de obra.

¿Qué mano de obra existe en esos países? Pues existen unos trabajadores semiesclavidados, o esclavizados realmente, que trabajan y viven a veces en sus puestos, por unos sueldos miserables y prácticamente sin derechos. Entre la situación actual de Europa y la de estos países hay unas diferencias aun muy grandes. Dudo que algún día se puedan igualar yendo tan a peor, pero la horquilla que los separa parece que se pretende reducir bastante.

En estos países además no se respeta al medio ambiente ni derecho humano alguno. Una vez leída también la entrada en este blog de RTVE (http://blog.rtve.es/cuadernosderodaje/2012/02/en-una-aldea-del-cáncer-en-china.html) se demuestra que por aquellos lugares aún están lejos de ser civilizados y lejos de poder compararse con Europa, aunque desde aquí se pretenda competir con empresas que juegan en otra liga.

Literalmente del blog: Greenpeace cita 450 aldeas en China, envenenadas por las industrias sucias que se han instalado en las zonas rurales (¡!!). Productos que están restringidos o prohibidos en Europa no están regulados en China. La desidia medioambiental se ha cobrado decenas de miles de vidas. (..)Se ha detectado manganeso y arsénico en las aguas del río, con niveles tres veces superiores al límite considerado seguro (…) Y a pesar de todo, nada se mueve. Y la industria sucia sigue haciendo su trabajo. El apabullante crecimiento económico de China no ha se ha traducido en bienestar para todos los ciudadanos. Hay unos cuantos millones de chinos que pagan con su salud, y hasta con sus vidas, la desbocada industrialización (…).


No se como se pretende activar la economía de Europa, ni de ningún país, si se pretende crecer constantemente a cualquier precio, por bajo o alto que sea, sin respetar a nada ni a nadie y comparandonos con paises que nos van muy por detras.

No hay espacio para el crecimiento eterno. No pueden crecer todos los países linealmente hasta el infinito, y si lo que pretenden es hacerlo pareciéndose a países en "desarrollo" hay un problema. Los cambios no deberian ir en esa linea.




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